Sé que vendrás por mí, consiente estoy de que pronto
tendré que pagar un precio muy caro y no me escapare,
solo es que, mientras tanto déjame disfrutarlo.
Este dejo de felicidad, permite que me llene con
la ternura de un beso, el calor de un abrazo; no te pido mas,
¡total! se que has de venir y aquí te estoy esperando.
Acostumbrada estoy a tu interesante trato,
me das tan poco que valga la pena, lo dejas conmigo un instante
muy cortó para llevarte al final más de la cuenta.
Pero esa es tu forma de hacer las cosas, encantador, traumante,
definitivamente nada sutil y precavido, tan intenso que desarma
todo lo que a mi fuero, tenia firmemente establecido.
Y es que eso eres tú Destino, incitante, que pierdes
a todos en tus caminos, cobrando no solo la deuda neta lo que
sofoca son los altos intereses previamente escondidos.
Entonces, eso es todo lo que solicito, si vas a prestarme su cariño
déjame saborearlo, y te pagare los réditos precisos me quedare
purgando esa gran deuda contigo, el tiempo que sea necesario.
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