REGALOS

Una pequeña avecilla encerrada en una enorme jaula, hablando con su cautor le cuestionaba:

- señor, tu que tienes tanto espacio, ¿Qué ganas con que yo este aquí? ¿Cuál fue mi delito? Que amerito tal castigo; ¿Qué he hecho yo que te ofendiera tanto, para dejarme tras esta reja?

A lo que aquel, solo contesto:

- que mas espacio pides del que ya tienes, ningún delito mancha tu existencia y no es un castigo tenerte aquí.
- no entiendo –replicaba aquella—para que me has dado memoria extensa, si solo tengo que recordar esta jaula y a ti. Para que tengo pensamiento si me es inútil, si solo hablo contigo, y muy de vez en cuando, y cuando no te gusta lo que digo…
- ¡calla! –grito interrumpiendo. La pequeña agacho la cabeza. Tomo valor, levanto la mirada y continuo--…
- Para que me has dado ojos si no puedo ver mas aya de estas rejas. Me has hecho obsequios maravillosos que son inservibles aquí. Me has regalado un alma que no dejas que sienta. Tu mismo te contradices me das voz y no me oyes. Me diste un cuerpo y no me ves. Me llamas hija y no te importo; ya no se que cuidas mas si a mi o a este espacio, esta cárcel que no quieres, se quede vacía.

El sin mas se dio la vuelta y se retiro, no contesto nada, solo se fue.

Tiempo después la puerta de su jaula, quedo abierta, impulsada por sus ganas de vivir salio… en la jaula dejo dos cosas, a la vista una nota que decía:

“Lo siento papá, pero hoy me voy, tengo que buscar la manera de aprovechar todos los regalos que me has dado, no quiero que tu cárcel se quede sola y te cumplo un deseo: tu pedías, algo que no pensara, que no hablara, que no sintiera, que no viera… pues bien, tu no me querías a mi, tu pedías una piedra, pues ahí la tienes, me has dado las mejores alas y por fin las voy a usar”.



Para hoy un pequeño cuentecito ^.^